viernes, 30 de enero de 2009

Apolo y Dionisios

Hace algunos meses conversaba con Tzaviere sobre la distinción entre poetas y filósofos, mejor dicho, entre arte y ciencia. A mi entender el filósofo no es más que un poeta; y quien dice el filósofo dice el científico... el amante del conocimiento. Pero todo esto se ha interpretado de forma idealista durante siglos ¿No es necesario reinterpretarlo?

Quizás a muchos les sonará descabellado si digo: podemos usar los mitos de Dionisios y Apolo para describir sistemas matemáticos. Lo cierto es que ya Aristóteles, por ejemplo, parece hacerlo ¿En qué sentido? Es sabido que Dionisios representa lo irracional, y en base a eso cabe atender que Aristóteles define lo dionisíaco como esa pecualiar experiencia que vive el hombre cuando se da cuenta que no es algo individual y aislado, sino que forma parte del Todo ¡Lo Irracional rompe el principio de individuación y lo mezcla todo! También Platón nos cuenta algo muy parecido en su Banquete.

Así pues, Dionisios representa lo irracional en la medida que nos impide saber que nosotros somos iguales a nosotros mismos, sino que somos parte del Todo. En este sentido, todo aquello que no es finito, delimitado, individual, de por sí, pasa a ser tratado como dionisíaco y por tanto, irracional. Ahí tenemos, por ejemplo, los números irracionales o incomensurables como Pi, o simplemente la idea de infinto: aquello que tiende siempre hacia... Visto así las matemáticas también poseen su parte de irracionalidad.

Sin embargo, también podríamos definir a Dionisios, es decir, a lo irracional, de otra forma; podríamos decir que lo contradictorio es irracional. Por ejemplo, una proposición del tipo "todo lo que yo te diga es mentira" puede considerarse paradójica dado que viola el principio lógico de no contradicción. En matemáticas este tipo de sistemas irracionales se llaman sistemas inconsistentes; ahí tenemos, por ejemplo, los sistemas informáticos: esos programas en los que sus instrucciones se contradicen y por tanto, resulta imposible obtener ningún resultado ya parcial ya definitivo porque el sistema entra en un bucle. Se dice, entonces, que los sistemas contradictorios son indecidibles ¡No podemos tomar ninguna decisión! Además , éstos muestran ciertas características muy interesantes que, sin embargo, no se han estudiado demasiado ¡Estudiar lo contradictorio incomoda a muchas mentes!

Cuando Nietzsche habla de Dionisios "Me enorgullezco de seguir las doctrinas del filósofo Dionisios y preferiría mil veces ser considerado sátiro que santo" [Ecce Homo] toma a Apolo y a Dionisios en este sentido: como lo contradictorio y lo no contradictorio, y no en el sentido místico de Aristóteles y Platón. Hay que entender, luego, que la fatalidad dionisíaca Nietzscheana sea harto distinta a la Aristotélica. Aunque Nietzsche nos dice algo más entre líneas al hablar de tal guisa... pero esto lo dejo para que vosotros mismo lo adivinéis ¡No querréis que os lo pase todo por el comendero!

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