lunes, 8 de junio de 2009

Nuestro peligro

Nos sentimos pletóricos, llenos de fuerzas... en nuestro interior una oscura e incógnita presión hierve sin cesar. Es nuestro infierno interior... Eh aquí nuestro peligro: volvernos demoledores, incluso inhumanos ¡Auténticos soles que dejan todo cuanto acarician inerte y yermo con su fuego!

Hay que vigilar con lo seco, degenerado y carcomido... ¡Pues todo eso fácilmente se enciende colérico a nuestro paso!

2 comentarios:

Carlos Suchowolski dijo...

Je... ¿"nuestro"?

Carlos Suchowolski dijo...

Me siento muy reconfortado por haber "apelado" a tí. No me equivocaba; has leído y estudiado a Kant mientras yo he hecho apenas lecturas parciales y leído algunos estudios críticos de diversos pensadores, unos alejados de Kant hacia un lado y otros hacia otro. Y me alegra de que quien sabe más y con fundamento confirme mis aproximaciones. Sé que tú me crerás de todos modos si te digo que una crítica fundada me interesan incluso más que una confirmación. En todo caso, creo que para hablar a fondo hace falta estudiar a fondo. Si no, lo que no me parece incorrecto (¿quién se arroga el derecho para decirlo?) se pueda afirmar algo con decisión, sobretodo si es una de esas "verdades" que se recogen de los análisis de otros a los que sabes leer en sus intenciones y así poder extrapolar con cierta precisión... Y sin duda uno se basa en lo que a estudiado de la época y de otros pensadores equivalentes... En fin, tal vez uno de estos días sea capaz de leer todo lo que me queda para estar al día de aquellos que pasaron a la historia (a sabiendas que otros, menos conocidos, pudieron aportar también...). De todos modos, a veces me dan ganas de escudarme en eso que decía Einstein de que "escribir es leer dos veces"... Y en la convicción de que cualquiera que se halle en el lugar adecuado y tenga suficiente imaginación podría escribir como suya una teoría desconocida...
Sin duda, el consejo era impecable: ¿para qué meter al "maestro" si lo que se va argumentar puede hacerse sin apelar a él... y sobretodo cuando no se dice lo que el pobre difunto quiso dar a entender?
Un saludo y hasta la próxima sangría.