jueves, 21 de mayo de 2009

Igualdad sexual como cuestión de gustos

A: No creo en la igualdad entre sexos
B: ¿Qué quieres decir con 'no crees'?
A: Que aunque me des treinta mil razones para defender tal igualdad esta idea sigue sin gustarme... y no la voy a defender ni promocionar.
B: ¡Eres un fanático! No atiendes a razones.
A: No, no soy ningún fanático pero ninguna de las razones que me des para defender la igualdad sexual es firme. Defiendes con razones la igualdad, pero no demuestras con ello que ésta favorezca el porvenir de la especie humana. Sólo demuestras que tú quieres esta igualdad... ¡Que tú crees en ella!
B: ¿Qué?
A: Me ataño a la razón cuando ésta demuestra, pero tus razones son vacuas ... como mis creencias ¿Quieres seguir discutiendo de gustos?

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