martes, 12 de mayo de 2009

Pasando de todo... por amor

Que seamos unos completos pasotas, que despreciemos todo lo que nos enseñan y proponen, que miremos las cosas que nos rodean sin ilusión, sin quererlas, con desidia incluso desdén... ¡Sin darles importancia! Éste profundo y peligroso escepticismo puede demostrar, paradójicamente, que en nosotros se oculta y se cuece en silencio una voluntad tremenda, una ilusión colosal, una decisión imperturbable... un amor furibundo por algo que, al lado de todas las cosas que aprecia y estima la mayoría como importantes, dignas y necesarias, nos parecen basura y nada. Nos llaman desganados y pesimistas, pero se debe a que estamos profundamente enamorados por algo que la mayoria ni divisa ni adivina.

Todo gran amor exige menospreciar lo demás ¡Y cuanto más se ama más se menosprecia!

2 comentarios:

  1. Pues, a decir verdad, en gran parte lo comentaba apropósito de Schopenhauer... y debo confesar que a mi me ha sucedido más de una vez.

    Saludos.

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