No todo el mundo se toma las cosas igual. Incluso uno mismo varía su gusto por las cosas con el tiempo.
Si consideramos, pues, que este razonamiento anterior es cierto, entonces cabe añadir, aunque sea de forma simpificada y rápida, que en el ámbito de la cultura existen dos clases de personas: las mentes superiores y las inferiores.
¿En base a qué se distinguen unas de otras? Por su disposición, su tacto y su capacidad de apreciar las cosas.
Las mentes culturalmente superiores son aquellas que al contemplar una obra artística, un pensamiento, una acción humana perciben y les interesan el ¿cómo se ha hecho eso? y ¿qué conlleva haberlo elaborado de esa forma y no de otra? En este sentido, todos sus intintos intelectuales se encauzan a criticarlo, analizarlo, estudiarlo, a ponerlo en frío... Y llegan al punto de cuestionarse si todo cuanto se les presenta podría realizarse de una forma distinta.
Las mentes inferiores, en cambio, sólo les interesa sentirse complacidas ante aquello que les presentan. Su criterio de validación o refutación ya de un pensamiento, una obra artística o bien una acción humana responde a la burda circunstancia de si les gusta y complace.
En cuestión de sexo, y por experiencia propia, debo decir que en éste sentido me parece que los hombres son culturalmente superiores a las mujeres... Esas graciosas entusiastas de lo bonito y sentimental. Y digan lo que digan, les encanta sentirse subyugadas y 'aparentar' ser débiles. Esta actitud siempre me ha chocado incluso fascinado.
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1 comentario:
Pero los hombres solo en cultura en las mentes inderiores, las mujeres són más creativas y menos destructivas, en las mentes superiores todos somos uno.
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