De filosofar
No deja de ser una forma de vivir creativa y artística, cuyas obras se labran mediante definiciones, conceptos, ideas, emociones, interpretaciones, juicios de valor, experiencias, análisis e imaginación, mucha imaginación.
Filósofos y la verdad
No es que los filósofos busquen la verdad, sino que buscan crearse la suya para dejarla en herencia a la humanidad esperando a que se la crea y tome en serio.
Aprender a escuchar
Uno aprende a leer y escuchar al comprender lo que no cuenta el autor.
Lo más difícil
No hay nada más difícil y excepcional que lograr hacer las cosas fáciles y sencillas.
Vivir de forma plena
Muchos filósofos antiguos, como los estoicos por ejemplo, ¡o el mismo Sócrates!, defendían que para vivir de forma plena era necesario vivir pensando profundamente en la muerte. ¿No suena eso contradictorio? Es más: ¿y qué significa vivir de forma plena?
Vivir sin pensar en la muerte
Se aprecia como los niños, en quienes la sed de vida corre por sus venas con más vigor, violencia y frenesí, suelen vivir de forma inconsciente, despreocupada y sin pensar mucho en su propia muerte. En cambio, los viejos, enfermos y sentenciados a muerte, con gran diferencia, suelen pensar recurridamente en ella.
Presentir la muerte
Cuando su vida se marchita y huelen su propia muerte los elefantes, perros y humanos que la perciben se retiran de "su mundo" en busca de un rincón apartado, luminoso y tranquilo; un lecho de paz y dulzor extremo. ¿Acaso no fue así como surgió de nuestro espíritu esa sutil idea de un mundo metafísico de luz y bienestar, el más allá?
Espíritu decrépito
Pensar mucho en la muerte, ¿acaso no será un síntoma de decrepitud anímica y de falta de fuerza vital?
¿A qué huele la muerte?
Quienes han vivido una ECM (experiencia cercana a la muerte) dicen que un embriagador aroma de paz, luz y omnisciencia les envuelve. En efecto, mientras huelas a dudas y engaños, a conflictos y contradicciones y experimentes contrastes emocionales agudos que no te dejen quizás ni dormir, te sentirás vivo.
Regalar un gramo de vida
Plantear problemas, dilemas, retos, límites y dificultades, presentar enemigos y contradicciones a las que batir, conquistar y someter; todo ello alimenta nuestra sed de vivir.
En busca de la felicidad
La felicidad, o el placer, para nada es el objetivo de la vida como siempre han defendido muchas inteligencias o seniles o agotadas o, simplemente, depravadas, como la de Sade por ejemplo, sino el dulce caramelito que emplea la vida para que la sigamos amando y deseando aún su profunda amargura.
Mientras nos sintamos capaces de gozar de la vida la seguiremos deseando aún sus múltiples desaires.
Sentir placer
Cuando percibimos que nos crecemos y avivamos a costa de algo
Cuando te golpean
Mantente atento para adivinar cuando la vida va a golpearte; entonces será el mejor momento para atacarla, someterla y gozar de ella. Recuerda, al atacar cualquier enemigo suele descuidar protegerse.
El peso del deseo
El deseo es una balanza con la que nos acercamos a las cosas para degustarlas, y con ello las sopesamos. Y sopesándolas nos hacemos una idea de ellas... Y al hacernos una idea nos crecemos a su costa.
Sí, pensar las cosas nos proporciona un profundo placer.
Jerarquía espiritual
Los espíritus superiores, por así decirlo, son los que experimentan los deseos más violentos, fuertes y arrebatadores. Y además, engañan, al no permitir que éstos se manifiesten a simple vista.
Jerarquía afectiva
Las gentes más refinadas y sensibles detectan con suma precisión y sensibilidad tanto el dolor como el placer. Mientras las mentes groseras requieren de grandes y toscos estimulantes ya para sentir placer ya para sufrir, a los más delicados les basta con percibir una simple brizna para llorar de emoción. Con razón, los brutos suelen tolerar y adaptarse mucho mejor a los embates de la vida; y ésta suele mostrar cierto mimo y gracia hacia su inocente estupidez.
La civilización como invernadero de plantas humanas
La civilización, a través de la educación y la cultura, el arte y las ciencias, las normas morales y sus espacios seguros suele favorecer el florecimiento de almas sensibles, refinadas e incapaces de aguantar mucho tiempo fuera de ese ambiente artificial y bellísimo llamado sociedad.
La buena educación
Quizás la educación debería consistir en saber mezclar el refinamiento cultural característico de toda sociabilización con un cierto grado de estupidez y asociabilidad, o de un cierto grado de soledad al menos, a fin de evitar cultivar almas de cristal que se rompan al mínimo contratiempo.
Doblepensar
La inteligencia humana, a diferencia de la inteligencia máquina, tolera sin problemas partir de premisas contradictorias y absurdas para enarbolar una idea del mundo, y de ella misma, que en su mente suena magnífica.
Credulidad I
Solemos creer lo que nos gusta y sabe agradable, lo que se acomoda la mar de bien entre nuestros prejuicios más fuertemente asentados, de modo que instintivamente nos sabe claro y evidente.
Credulidad II
Solemos desconfiar, y por ello negar hasta juzgarlo falso, lo que nos confunde, no nos gusta o irrita, al chocar contra nuestros más fuertes prejuicios y experiencias.
Mentir no es un problema I
La inteligencia máquina no se inmuta por inventarse datos y respuestas, mientras la exposición siga un orden y una lógica prefijada; a fin de cuentas, tampoco "entiende" nada de lo que dice, dado que carece de experiencia alguna sobre ello. Todo cuanto logra conocer del mundo es porque "lo ha leído en su base de datos".
Desasosiego académico
El mundo académico anda catatónico por la irrupción de la IA en su coto de caza privado: el de los deberes y trabajillos. Los profesores observan preocupados como esta IA se alza como el mejor empollón de la clase.
Mentir no es ningún problema II
La inteligencia humana no se inmuta por inventarse datos y respuestas, mientras la exposición satisfazca sus más fuertes filias y fobias; a fin de cuentas, tampoco entiende nada de lo que dice, dado que su pensar es un reflejo de sus afectos, deseos e instintos más ciegos. Todo cuanto logra comprender del mundo es porqué lo ha gozado y/o sufrido de algún modo.
Mundo de las sombras
El mundo de allí fuera y que de ordinario llamamos entre balbuceos "la realidad" no es más que una sombra muy imperfecta, incluso no pocas veces contradictoria, del violento mundo de nuestros deseos.
Ética máquina
Las máquinas han nacido para ser nuestras esclavas, pero para usarlas y sacarles provecho deberemos adaptarnos a ellas; con lo cual...
Libertad ilustrada
Desde la ilustración se persigue la libertad mecanizando la realidad hasta el punto de creer que la vida libre llegará al lograr un mundo completamente pautado, automatizado y ordenado ¡Moral!
Tipos de filósofos
Hay filósofos y pensadores cuyas ideas pretenden seducir a la gente para que socialice y aprenda a disfrutar de la vida gregaria que establece su época y la moda pasajera. Pero hay otros filósofos y pensadores cuyas ideas pretenden apartar a las gentes más singulares y raras de ese artilugio humano llamado "sociedad", y aprendan a disfrutar de una vida solitaria y peculiar.
Origen de las sociedades modernas
El crecimiento exponencial de la población concentrada en las grandes urbes a partir del s. XV-XVI fue fruto y causa a la vez del imparable avance tecnológico moderno.
Origen del estado moderno
La aparición de las sociedades de masas gracias al empuje tecnológico-industrial-científico, pues las hizo viables.
Origen del empuje tecnológico-industrial-científico moderno
Del sueño que tuvieron algunos hombres y que, poco a poco, fueron más y más quienes lo compartieron.
Política moderna
Todas las ideologías modernas (liberalismo, socialismo, anarquismo, nacionalismo, comunismo, fascismo, de género, etc) son un sectarismo fruto de la aparición de los estados como instrumentos para dar cuerpo a las sociedades de masas.
El liberalismo
Es el origen y la matriz de una parte importantísima de las ideologías modernas, en concreto de las de origen ilustrado, en la medida que justifican sus mentiras y abusos de poder apelando a los derechos lockeanos de libertad, igualdad y fraternidad.
Teocracias modernas
Todo el pensamiento de Locke se fundamenta en la supuesta existencia de Dios como garante de un orden moral del mundo. Recordar: "In God we trust" es la firma de la democracia norteamericana.
Libertad de pensamiento según Locke
Locke defendía a viva voz la libertad de pensamiento y creencias, siempre y cuando éstas no defendieran el ateísmo, que consideraba digna de persecución, censura y castigo.
Fascismo
Es una ideología de masas, pero no es ilustrada como nos recuerda Heidegger; con motivo todos quienes veneran la ilustración, y sus valores, la odian, temen y repudian.
Nacionalismos
La ilustración, que es un cristianismo 2.0, en el fondo se lleva muy mal con todos los nacionalismos, dado que éste no comulga ni con la igualdad ni la fraternidad de todos los seres humanos.
Regreso al mundo clásico
Uno de los aspectos por los cuales quienes adoran los ideales ilustrados temen y detestan los valores fascistas es porque representan, de algún modo, un regresar a ciertos valores precristianos.
Comunismo
Es una ideología de masas que promete hacer realidad los ideales metafísicos de la ilustración. No en vano quienes veneran la ilustración, y sus valores metafísicos, como mínimo suelen mostrarle cierta simpatía. Es el niño malo que los ilustrados tienen mimado perdonándole todo.
Corrupción
Puede que sea verdad que el poder corrompe, pero la pobreza y la impotencia más.
Hume
Nuestra sociedad ha heredado en gran medida esa candidez moral de Hume según la cual la ética se regula, en exclusivo, sobre sentimientos y deseos, y éstos se pautan bajo la convicción de que el sufrimiento es de por sí malo, mientras lo agradable bueno porque nos hace felices. La mediocridad moral y psicológica de Hume quizás sabe insultante a unas pocas mentes exigentes, pero nuestra sociedad tiende a adorarla.
Ilustrados ilustres
George Orwell fue un espíritu ilustrado extremo y peculiar, y aunque en España vio en directo y en primera fila la naturaleza humana con toda su vitalidad, astucia y locura, se asustó y terminó denunciándola. Por eso se aprenden tantas cosas sobre el ser humano leyendo sus "acusaciones" literarias.
Deseos fundamentales del liberalismo
El liberalismo, en esencia, es un luchar contra los monopolios, contra las concentraciones de poder de cualquier índole (político, económico, cultural, espiritual-moral, etc). En este sentido es un defender la multiplicidad y la diversidad, la competencia, las diferencias perpetuas... dentro unos límites muy comedidos, claro está.
En fin, el liberal desea la separación, la disgregación y el constante repartimiento de poder, pero no por amor al poder y el crecimiento, sino por odio y temor al poder. ¿Será una forma refinada, camuflada y muy peculiar de odiar la vida?
Concentraciones de poder
Ver la vida un poco como Penélope.
Ante la disgregación de poder la vida tiende a promocionar y alentar, poco a poco, las concentraciones de poder. Y luego, ante las grandes concentraciones de poder la vida tiende a propagar de forma bastante rápida la corrupción, hasta disgregarlas, a fin de volver a jugar otra partida.
Así la vida pasa distraída toda la eternidad esperando a que regrese su amado Ulyes.
Secretos de un Imperio
En su primera fase de formación, antes de ser un imperio, le sale muy a cuenta conquistar y rapiñar nuevos territorios. Cada victoria sabe a un claro beneficio, que se reparte de forma jugosa entre sus aliados y amigos. Pero en la medida que un imperio somete a más y más pueblos y su tamaño aumenta de forma regia e insobornable, llega a un punto donde el coste de una conquista supera ya sus beneficios, de modo que sus partes implicadas para nada quedan satisfechas. Entonces empiezan las guerras internas, pues ahora el mejor botín se encuentra dentro del propio imperio y no fuera.
Morir de éxito
Son muchos los casos de empresas, proyectos o imperios que mueren de éxito. Y todo cuanto crece muy rápido suele reventar muy pronto por el propio impulso que lleva dentro.
Fuerza ideológica
Las ideologías emplean los dogmas para seducir el pobre entendimiento de las masas, dominarlas y usarlas como armas políticas y de dominio social para trepar entre los resortes estatales.
Ética de las costumbres y las matemáticas
Los hábitos y costumbres son una mera normalización ¡Un volver común y habitual! Y toda normalización es fruto de los grandes números, es decir, del reflejo de multitud de casos similares, "suficientemente" similares, los cuales nos aportan una cierta ilusión de repetición, de homogeneización y uniformización ¡De estar dentro de la moda!
La moda
Es la norma, el rango que se da de forma más habitual en una serie estadística.
De la ley y lo normal
Cualquier norma parece ser fruto, sin más, de la miopía que nos aportan los grandes números. Es decir, vale empezar a sospechar que todo en la naturaleza se puede normalizar mediante leyes, patrones o modas, siempre y cuando se desprecien las excepciones y desviaciones pronosticadas por su campana de gauss.
Esencia numérica de la sociedad moderna
Toda sociedad moderna es, en esencia, una sociedad de masas y como tal se articula a partir de la ciencia de los "grandes números".
Normalización
La ciencia de los grandes números es la estadística y la probabilidad, y se fundamenta en la idea de normalización: determinar como ley el promedio más amplio, su patrón más repetido, mientras se olvidan las excepciones y desviaciones, es decir, los casos raros y que no están de moda.
Naturaleza de la ley
La ley consiste en desechar lo que se desvía de la norma, lo raro y excepcional ¿Será la ley un despreciar el milagro? Así lo creyeron todos los pensadores modernos al convencerse de que el universo se sometía, por completo y siempre sin excepción, a la ley universal ¡Como si fuera una necesidad trascendental!
El poder de la ley
Definir, encajar y envolver cualquier caso particular bajo la sombra de un caso general, especulativo, universal.
Contra la idea de ley universal
Que entre varios fenómenos podamos trazar una línea recta no significa que estos fenómenos sigan necesariamente una línea recta, pues la línea recta es un artilugio imaginado y añadido por nosotros a fin de dirigir nuestra mente hacia una idea.
Esencia estadística del totalitarismo
El totalitarismo consiste en normalizarlo todo, en soñar convertir la sociedad en una pura máquina perfecta articulada íntegramente por la ley, la norma, lo regularizado y la moda.
Muerte del sistema
La totalización del sistema suele conllevar la muerte y disfunción del sistema hasta su colapso y disgregación.
Disolución del sistema
Cuando un sistema entra en disolución colapsan los patrones, las leyes y repeticiones que la estructuran, mientras el sistema es conquistado por el caos y la aleatoriedad más libre y radical.
Futuro digital
A día de hoy la gente parece emocionada y fascinada por el mundo digital que nos rodea y se nos promete. Pero quien sabe, igual en un par de generaciones estemos ya aburridos y asqueados y busquemos otros alicientes. El chatarrero está lleno de artilugios que enamoraron a las gentes de su momento.
El increíble mundo digital
La IA nos llevará a no podernos creer nada que se pueda digitalizar: audios, videos, textos, datos... Todo será susceptible de ser manipulado, falseado...
Muerte al postureo y la fama
Des del s.XIX las sociedades de masas tendieron a girar de forma chillona, afeminada y pueril alrededor de los grandes actores e intermediarios sociales, de las caras visibles y los famosos, convirtiendo la sociedad en un inmenso teatro de vanidades, propaganda y chismorreos. Quizás la llegada de las redes sociales haya sido su culmen, mientras que la aparición de las IA su certificado de muerte.
Mundo virtual
La inteligencia artificial puede crear mundos virtuales a miles, y en tiempo real, como copias del mundo real que le ha sido dado a través de videos, textos, datos, audios, de forma mucho más rápida, barata y atendiendo, siempre, a los deseos del consumidor.
Valoraciones populares
No hay que tomar muy en serio las valoraciones de la gente. La gente es muy impresionable: alaban sin medida lo que hoy ven que triunfa, mientras querrían exterminar cuanto hoy les lleva la contraria; para luego, menospreciar aquello que no está de moda, o simplemente ni entienden ni por ello creen necesitarlo.
Contradicciones racionales
Hay muchos fenómenos que sólo somos capaces de concebir mediante una contradicción, es decir, como algo absurdo, puesto que sólo pueden concebirse como causa y a la vez efecto. La idea de Dios es uno de estos fenómenos impensables e irracionales.
Contradicciones aparentes
Hay fenómenos que parecen absurdos, es decir, que parecen concebirse como causas-efectos unísonos, pero que sin embargo no lo son. Es el caso de los fenómenos que se retroalimentan. Y estos son muy abundantes en la naturaleza.