En general la poesía me aburre... Pero Rabindranath Tagore es, junto a otros poetas como Ovidio o Nietzsche, la gran excepción. Cuantas veces he leído y releído sus obras ante el placer, el profundo placer, que sus versos saben regalar sin miramientos... ¡Pues todo placer exige repetir y eternidad!
A veces, empero, Tagore es incluso demasiado puro, demasiado etéreo, demasiado femenino para mi gusto. Lo leo y pienso -Vaya, soy un bruto-. Ovidio Y Nietzsche, quizás se atengan más a mi temperamento, pero esta feminización, esta perfección y bondad en su verbo, le da un toque exótico a Tagore encantador... ¡Tan irresistiblemente encantador y delicado!
"Qué pequeña eres brizna de hierba. Sí, pero tengo toda la Tierra a mis pies" Para sentir eso hay que tener las manos muy finas.
El día que descubrí casualmente a Tagore, con su Lipika, será siempre recordado.
A veces, empero, Tagore es incluso demasiado puro, demasiado etéreo, demasiado femenino para mi gusto. Lo leo y pienso -Vaya, soy un bruto-. Ovidio Y Nietzsche, quizás se atengan más a mi temperamento, pero esta feminización, esta perfección y bondad en su verbo, le da un toque exótico a Tagore encantador... ¡Tan irresistiblemente encantador y delicado!
"Qué pequeña eres brizna de hierba. Sí, pero tengo toda la Tierra a mis pies" Para sentir eso hay que tener las manos muy finas.
El día que descubrí casualmente a Tagore, con su Lipika, será siempre recordado.