Cuestión de mentalización

Poly se me quejaba el otro día de no entender muchos de los post que había colgado en el blog por estar escritos en català. Hoy, pues, toca uno en castellano. También se me quejó por no haber ido nunca a visitarla durante estos últimos 4 o 5 años (Y es que México me queda un poco lejos).


Hagas lo que hagas lo primordial es estar mentalizado. A fin de cuentas, no somos máquinas ¿qué significa eso? Que lo más difícil de encontrar en una persona es una regularidad, un punto fijo, un nivel. A veces actuamos por encima de nuestras supuestas capacidades; otras veces, somos lamentables. Nada hay más voluble y mudable que la conducta humana ¡La más nímia perturbación nos afecta!
Lo peor que nos puede suceder es tener que vivir y afrontar algo sin estar mentalmente preparados. A mi entender, el dilema nunca aparece con las desgracias, las dificultades o los hechos en sí que se nos avecinan, sino con el cómo los afrontamos, los digerimos, los experimentamos.
La preparación mental no sólo resulta ser fundamental para alcanzar el éxito, sino, sobretodo, para no sucumbir ante los fracasos. Porque desengañémonos, lo normal es fracasar; especialmente cuando aspiramos a objetivos difíciles.
La única forma de darle sentido a nuestras vidas es imponiéndole unos objetivos. Es en vistas a los objetivos que empezamos a valorar y dar sentido a las cosas que nos afectan. Aquello que nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos lo tildamos de bueno, verdadero y correcto; cuanto nos aleja y nos extravía lejos de ellos lo tildamos de malo, erróneo y perjudicial. Cierto que este tipo de valoraciones son ficticias y dependen del objetivo que nos tracemos: una misma cosa puede ser juzgada y valorada como buena y cierta para unos, mientras que para otros sabe perjudicial y detestable. En cualqueir caso, vivir es ponernos objetivos, ¡y superarlos! Esto es, implantar a la vida nuestra capacidad de ficción y artificialidad.
Nada hay más difícil que imponerse unos objetivos. Para llevar a cabo tan gran tarea se requieren de muchas virtudes o capacidades: para empezar, uno debe sentirse libre. Y para terminar, uno debe saber qué es posible y qué imposible; pues, si nos ponemos objetivos imposibles acabaremos frustrándonos, abandonándonos y autodestruyéndonos ¡Nos volveremos pesimistas!
Un objetivo debe ser posible y para ello debemos desarrollar nuestra ciencia; sólo lo posible puede ser superado ¡Y vivir es superar cosas, obstáculos, deseos, pensamientos, objetivos, sentimientos, sensaciones! Aquello que de buenas a primeras nos quitaba el sueño, nos obsesionaba y entusiasmaba, debe acabar siendo algo aburrido. El aborrecimiento es signo de superación, así como la sensación de que algo se ha vuelto inofensivo, apático, domesticado.
La mayoría de la gente, empero, es incapaz de ponerse objetivos (sea por los motivos que sean), sin mebargo, instintivamente siguen los objetivos que otros imponen. Pero no hagamos mala sangre de ello: para el desarrollo humano es necesario que exista esta gente obediente y operaria ¡Cuantos objetivos requieren del esfuerzo conjunto de millones de personas! Ciertamente son unos pocos quienes piensan tales objetivos, los implantan, los controlan y dirigen; el resto trabaja e incluso se sacrifica para que se superen.
Lo importante, a fin de cuentas, no es mandar u obedecer, sino sacar partido a la vida, es decir, sacar partido a las cosas. Y para sacar partido a las cosas hay que tener un objetivo bien marcado que precisamente dé sentido, función y valor a las cosas, eso es, a la vida.
Dice la Rochefoucauld "La grandeza de un hombre no radica en su talento sino en destinar su talento a grandes propósitos".
En fin, los mejores son aquellos quienes vislumbran los más potentes objetivos que alcanzar. Vivir el día a dia, refleja, en cambio, una mentalidad pequeña y limitada.

Per cert, aquest cap de setmana fem un torneig de Basket a Manlleu amb el CAF Platja d'Aro. Hi hauran equips de totes les categories, des del Barça i la Penya fins equips de territorial -Tant masculí com femení-. Si us hi passeu ja ens veurem. Apa, doncs, bon cap de setmana.