Es difícil que los demás adivinen cuanto pensamos ¡Nuestra "mente" es un intrincado laberinto! Simplificamos las cosas con facilidad, cierto, pero estamos lejos de ser simples. Nos mostramos contradictorios, esto es, vivimos de forma irracional... ¡Si entendemos, claro está, que lo racional se articula sobre el principio de identidad y no-contradicción!
Si no nos contradicen, nos contradecimos a nosotros mismos. Buscamos constantemente el conflicto ya con otros ya con nosotros mismos. Si tenemos un lema, éste dicta -¡A remover las cosas!-. Solo así cuanto queda oculto y letargado surge a flote.
Cuando peor somos es cuando más tranquilos, apaciguados y beatos parecemos. Pero esto sólo lo intuyen los más cautos ¡Vigilad si nos veis venir con piel de cordero! Por dentro nos mueve la sed y el hambre. Y lo mejor, lo tenemos muy calladito... Si damos es porque nos sobra.
Repasando, pues, los post de estos últimos días me fijo especialmente con los relativos al LHC. Y no me gustan. Escribí con la mano demasiado tendida y rápida ¡Parecía un articulista cualquiera! No lo digerí lo suficiente.
Hoy, pues, voy a ser duro conmigo. Ya toca contradecirme.
Puntos a criticar:
1) Escribí el post (LHC: El experimento del siglo) bajo los efectos de la noticia; es decir, lo escribí 'mirando' des de abajo.
2) No tuve la fuerza mental suficiente como para advertir los intríngulis psicológicos de la noticia.
3) Si ese post hubiera sido una partida de cartas diria: no tenia buen juego... y aun así enseñé demasiado mis cartas.
¿Qué diria ahora al respecto? Da risa la propaganda que se ha hecho del experimento LHC: se ha presentado como un acontecimiento divino, incluso como algo humanamente extraordinario ¡Se ha pretendido divinizar a la ciencia (proyecto babélico, búsqueda de la partícula de dios, jugar a ser dioses, etc)! Se han sobrevalorado las cifras del LHC: 5000-6000 millones de Euros a lo largo de 20 años, económicamente no son nada (Está a la altura del presupuesto anual del Barça o el Madrid). El presupuesto, por ejemplo, destinado a reformar la Zona Zero en New York sube a 12.000 millones de dolares. Con la cantidad ingente de impuestos que los europeos pagan (quizás sea un 60 o 70 del PIB) una inversión de 5000 m. de euros debería ser para un proyecto científico mediano. Pero la ciencia está jodida (hablando mal). Y no en vano, tiene que 'hinchar' y sobrevalorar su trabajo con este tipo de propaganda.
En definitiva, el LHC se ha querido presentar como algo de magnitud monstruosa y estratosférica, para captar la atención del 'vulgo' (Y todos somos vulgo). Pero tampoco es para tanto si lo comparamos con lo que realmente podríamos llegar a realizar si toda la humanidad se coordinara para alcanzar ciertos fines.
En cuanto al peligro del LHC ya me mostré excéptico al respecto tanto para con la tesis apocalíptica como la de la comunidad científica. Pero fue una postura fácil por mi parte: consideré que todo es posible ¡Y en la naturaleza no todo es posible! No es posible que de los experimentos del LHC salga el correcaminos, por ejemplo. En este sentido, pues, apuesto a que no habrá ninguna catástrofe (Y Nostradamus me apoya: cuando el francés quiso ser preciso siempre falló -Mirar esa cuarteta que pone "en el año 1999, en el mes 7,..." u otras). Además Luís Sancho, que denunció al CERN, no demuestra nada, sólo se ampara en una cuestión estrictamente ética (su ética) ¿Por qué no me di cuenta antes? En el fondo todo este altercado de denuncias y alarmas apocalipticas se resume a una cuestión moral. No hay nada de corroborable; todo se mueve en el inaprensible terreno moral, eso es, práctico ¡Qué kantiano!
En cuanto al posible descubrimiento del bosón de Higgs o de mini-agujeros negros, creo que las pruebas recientes (En el RHIC) dan más números a la segunda tesis que a la primera ¿Podría encontrarse ambas partículas a la vez? En cualquier caso corroborar la posibilidad de crear mini-agujeros negros daria automáticamente el Nobel a Hawking, y posiblemente se corroboraria la radiación de Hawking (causante de la desintegración de los agujeros negros). Aunque me reafirmo con mi desconfianza hacia Hawking (no por ser Hawking, si no por su manera de enfocar conceptualmente los temas -Por lo que yo he leído de él, ya se ha saltado tres veces el principio de conservación de la energía: cuando afirmó que el universo debe tener una transformación infinita en el tiempo, con la entropía de los agujeros negros y cuando afirmó en el 1980 que en 50 años la física sería perfecta, es decir, estaría completa-).
En cualquier caso, ya se cree el boson de Higgs ya mini agujeros negros o cualquier otra cosa continuo pensando lo mismo: nunca llegaremos a tener un conocimeinto completo de la naturaleza. Podemos llegar a creer que hemos alcanzado tal perfección (como ya sucedió otras veces en nuestra historia), pero nos resultará imposible demostrarlo. Aunque discutir eso es cosa de la metafísica y ahora no viene a cuento (Los científicos hacen física la mayor parte del día -es su trabajo-, pero sueñan constantemente con la metafísica. Sin embargo nadie les ha enseñado un método metafísico demostrativo ¡Aún son muy platónicos e idealistas en estos temas!).
Pero de todo este enmarañado tema yo he aprendido una cosa: ninguna estimación de probabilidad sobre riesgos es objetiva; para calcular tales probabilidades el científico se toma lo que le parece, le interesa y le viene en gana. Pero esto no significa que toda estimación de probabilidades sea equivalente.
Si no nos contradicen, nos contradecimos a nosotros mismos. Buscamos constantemente el conflicto ya con otros ya con nosotros mismos. Si tenemos un lema, éste dicta -¡A remover las cosas!-. Solo así cuanto queda oculto y letargado surge a flote.
Cuando peor somos es cuando más tranquilos, apaciguados y beatos parecemos. Pero esto sólo lo intuyen los más cautos ¡Vigilad si nos veis venir con piel de cordero! Por dentro nos mueve la sed y el hambre. Y lo mejor, lo tenemos muy calladito... Si damos es porque nos sobra.
Repasando, pues, los post de estos últimos días me fijo especialmente con los relativos al LHC. Y no me gustan. Escribí con la mano demasiado tendida y rápida ¡Parecía un articulista cualquiera! No lo digerí lo suficiente.
Hoy, pues, voy a ser duro conmigo. Ya toca contradecirme.
Puntos a criticar:
1) Escribí el post (LHC: El experimento del siglo) bajo los efectos de la noticia; es decir, lo escribí 'mirando' des de abajo.
2) No tuve la fuerza mental suficiente como para advertir los intríngulis psicológicos de la noticia.
3) Si ese post hubiera sido una partida de cartas diria: no tenia buen juego... y aun así enseñé demasiado mis cartas.
¿Qué diria ahora al respecto? Da risa la propaganda que se ha hecho del experimento LHC: se ha presentado como un acontecimiento divino, incluso como algo humanamente extraordinario ¡Se ha pretendido divinizar a la ciencia (proyecto babélico, búsqueda de la partícula de dios, jugar a ser dioses, etc)! Se han sobrevalorado las cifras del LHC: 5000-6000 millones de Euros a lo largo de 20 años, económicamente no son nada (Está a la altura del presupuesto anual del Barça o el Madrid). El presupuesto, por ejemplo, destinado a reformar la Zona Zero en New York sube a 12.000 millones de dolares. Con la cantidad ingente de impuestos que los europeos pagan (quizás sea un 60 o 70 del PIB) una inversión de 5000 m. de euros debería ser para un proyecto científico mediano. Pero la ciencia está jodida (hablando mal). Y no en vano, tiene que 'hinchar' y sobrevalorar su trabajo con este tipo de propaganda.
En definitiva, el LHC se ha querido presentar como algo de magnitud monstruosa y estratosférica, para captar la atención del 'vulgo' (Y todos somos vulgo). Pero tampoco es para tanto si lo comparamos con lo que realmente podríamos llegar a realizar si toda la humanidad se coordinara para alcanzar ciertos fines.
En cuanto al peligro del LHC ya me mostré excéptico al respecto tanto para con la tesis apocalíptica como la de la comunidad científica. Pero fue una postura fácil por mi parte: consideré que todo es posible ¡Y en la naturaleza no todo es posible! No es posible que de los experimentos del LHC salga el correcaminos, por ejemplo. En este sentido, pues, apuesto a que no habrá ninguna catástrofe (Y Nostradamus me apoya: cuando el francés quiso ser preciso siempre falló -Mirar esa cuarteta que pone "en el año 1999, en el mes 7,..." u otras). Además Luís Sancho, que denunció al CERN, no demuestra nada, sólo se ampara en una cuestión estrictamente ética (su ética) ¿Por qué no me di cuenta antes? En el fondo todo este altercado de denuncias y alarmas apocalipticas se resume a una cuestión moral. No hay nada de corroborable; todo se mueve en el inaprensible terreno moral, eso es, práctico ¡Qué kantiano!
En cuanto al posible descubrimiento del bosón de Higgs o de mini-agujeros negros, creo que las pruebas recientes (En el RHIC) dan más números a la segunda tesis que a la primera ¿Podría encontrarse ambas partículas a la vez? En cualquier caso corroborar la posibilidad de crear mini-agujeros negros daria automáticamente el Nobel a Hawking, y posiblemente se corroboraria la radiación de Hawking (causante de la desintegración de los agujeros negros). Aunque me reafirmo con mi desconfianza hacia Hawking (no por ser Hawking, si no por su manera de enfocar conceptualmente los temas -Por lo que yo he leído de él, ya se ha saltado tres veces el principio de conservación de la energía: cuando afirmó que el universo debe tener una transformación infinita en el tiempo, con la entropía de los agujeros negros y cuando afirmó en el 1980 que en 50 años la física sería perfecta, es decir, estaría completa-).
En cualquier caso, ya se cree el boson de Higgs ya mini agujeros negros o cualquier otra cosa continuo pensando lo mismo: nunca llegaremos a tener un conocimeinto completo de la naturaleza. Podemos llegar a creer que hemos alcanzado tal perfección (como ya sucedió otras veces en nuestra historia), pero nos resultará imposible demostrarlo. Aunque discutir eso es cosa de la metafísica y ahora no viene a cuento (Los científicos hacen física la mayor parte del día -es su trabajo-, pero sueñan constantemente con la metafísica. Sin embargo nadie les ha enseñado un método metafísico demostrativo ¡Aún son muy platónicos e idealistas en estos temas!).
Pero de todo este enmarañado tema yo he aprendido una cosa: ninguna estimación de probabilidad sobre riesgos es objetiva; para calcular tales probabilidades el científico se toma lo que le parece, le interesa y le viene en gana. Pero esto no significa que toda estimación de probabilidades sea equivalente.
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