Le debemos al cristianismo, como ya comenté en otro lugar a propósito del "Anticristo" de Nietzsche, esta mentalidad moderna y actual, de la cual el laicismo se ha apoderado completamente, que se fundamenta en la idea de la Salvación.
A mi parecer nos encontramos ante un tema fundamental en la civilización occidental, y sin embargo no ha sido nada bien estudiado; al menos desde donde yo he llegado a indagar.
Los valores supremos de nuestra civilización, al menos esos valores que se predican por doquier como si bajados del cielo, son: la solidaridad, el altruismo, el salvar a los más desfavorecidos. Bien, todos estos son valores cristianos y no hacen más que referencia, respectivamente, a la compasión, el amor al prójimo y a la caridad.
Sin embargo, nosotros que no nos creemos lo que nos hechan a la cara investigamos por iniciativa propia qué hay en realidad detrás de todo este espectáculo ético que pone tierno a muchos corazones febriles y sentimentales, corazones que viven al borde de paradas cardíacas y son incapaces de aguantar nada.
Para empezar, hemos descubierto que la compasión es contraproducente ¡Un atentado a la vida! Todo lo que se haga por compasión en vez de arreglar nada empeora la situación . Estamos, en verdad, ante una forma de corrupción psicológica.
El sentimiento de compasión es harto vicioso y como todos los vicios debilita. El compasivo se muestra como un impotente, es decir, un incometente. Todo lo que se haga por compasión no tiene futuro.
Los compasivos no son más que enfermos emocionales; siempre miran el mundo intentando resaltar sus miserias -¡El mundo está lleno de injusticias y de dolor!- Exclaman ¡Usan el morbo del dolor para propagar esa febril sensación de desesperación que siempre reflejan los fracasos de la vida! En verdad son gente que no saben donde caerse muerta y con este rollo tienen una buena excusa para desperdiciar su vida ¡Requieren de una excusa para dar sentido a su miserable vida! Bueno, ellos más que excusa lo llaman causa, pero a efectos prácticos viene a ser lo mismo.
En todo caso, lo que nos molesta no es que desperdicien sus vidas con estas miserias, sino que vayan de vedettes éticos. Nos molestan sus privilegios y relevancia sociales. Y nos molestan porque entendemos que, en realidad, actuan como elementos degenerativos dentro de una sociedad: promueven la nefasta mentalidad de que la vida y las cosas deben de ser regaladas. Cuando en realidad todo cuesta un huevo... y lo que triunfa ha tenido que sustentarse sobre muchos fracasos y tentativas. Yo veo a todos estos movimientos solidarios como un insulto a la vida. A la que no nos demos cuenta esta gentuza será capaz de convertir la vida humana en algo carente de cualquier valor -Cuando cualquiera vive el vivir deja de tener valor; cuando el vivir es un privilegio, la vida toma el mayor sentido y valor-. Quizás sea duro, pero éste es mi pronóstico y a ver quién es el listo que me demuestra lo contrario.
-Luchamos por cambiar el mundo- Exclaman orgullosos esos pobres enfermos, y sin titubeos añaden -Un mundo mejor es posible-. Hay que ver con qué inocencia mienten. En verdad, se dedican a salvar el mundo porque no saben qué hacer con su vida. Pero viven engañados. Y lo peor, es que se creen con la potestad moral suficiente como para arrastrarnos a todos hacia sus paranoia y sus sin sentidos.
Eh aquí lo que se lleva haciendo con África desde hace siglos, primero empuñando la idea de que los africanos, pobres de espíritu, desconocían la palabra de Dios y con motivo era preciso evangelizarlos y salvarlos. Ahora, como son gente económicamente subdesarrollada hay que prestarles dinero y salvarlos de la miseria material ¡Cuando las ayudas nunca han ayudado nada! Y los préstamos siempre son formas inteligentes de esclavización y subordinación.
Desde pequeño me handado una imagen de África triste y desgraciada ¿Quines eran los que tenían interés en mostrar eso? Y, ¿acaso no existen ya bastante miserias humanas entre nostros, incluso dentro de nosotros mismos como para estar mirando más allá? ¿A qué viene esa preocupación por los demás? ¿Realmente eso hace ser más humano o es lo que dicen algunos imbéciles para darse crédito a sí mismos?
Sea como sea, siempre que me he mostrado escéptico ante esas miserias del 3º mundo que toda esta pandilla de solidarios, como auténticos dictadores, han intentado imponerme para que me compadezca, me sienta culpable y me muestre solidario, me han atacado de inhumano e insensible. Bien, seré inhumano e insensible, pero ellos me parecen unos completos farsantes y unos desgraciados. Además, ¡se dedican a ponernos enfermos! ¿No es eso, para nosotros, un peligro y una enfermedad? ¿No es esa una actitud que podemos reprobar y criminalizar? En cualquier caso, somos insensibles a sus artimañas éticas y estéticas: estamos vaunados.
Hoy me ha gustado leer de Samuel Etoó las siguientes declaraciones en una entrevista concedida a la Vanguardia, que dice así:
¿Defina su continente?
África es alegría.
Pese a las imágenes que llegan aquí de pobreza.
Es lo que se vende, se venden más los fracasos o la mala imagen que la felicidad de la gente, porque de la felicidad no hay mucho que decir, la cuentas una vez y ya está. De los problemas sacas mucho más provecho.
¿Cuando está en Áfricase siente más liberado que aquí siendo igual de popular?
Yo nunca me veo como alguien popular, sé que mi trabajo atrae, pero vivo igual. Allí y aquí siempre estoy con gente y espero que Dios me dé fuerza para nunca cambiar.
¿En Áfricatiene la sensación de que la vida es un rato?
La verdad es que la vida es un rato, allí y aquí. Lo bonito de Áfricaes que, pese a los problemas, la sonrisa de uno siempre está ahí, la mano para llorar siempre está ahí. Nunca sabes cuándo Dios te va a llamar, así que hay que vivir con felicidad.
Cuando ve que está llegando tanta inmigración, ¿piensa en esa alegría?
Cuando ves que cogen la patera, les ves sonreír. No piensan que va a ser su último viaje. Tú lo ves desde tu casa, en la televisión. Te permites juzgar, sin saber, pero siguen teniendo la sonrisa. Pienso que la vida es solamente un rato y que hay que tener la sonrisa, pese a todo.
Las miserias humanas no se arreglan con la compasión y la solidaridad. Y las ONGs, si lo miramos con perspectiva de futuro y analizamos la humanidad como la especie humana y no como unconjunto de individuos, están haciendo degenerar a la humanidad... estan especulando sobre el valor de la vida humana ¡Y eso no tiene nada de bueno ni de santo!
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